¿Qué son las carillas?
Las carillas son restauraciones que cubren toda la cara frontal del diente, generalmente empleadas en el sector anterior y cuya finalidad es habitualmente estética: corrigen anomalías de forma, de color, textura, alineamiento dental, cierre de espacios…
En concreto, sus indicaciones son:
- Ocultar restauraciones defectuosas o con alteraciones de color.
- Cerrar diastemas (separación de dientes), ya sean únicos entre los incisivos o múltiples.
- Fractura de los incisivos, cuando son múltiples o cuando pretendemos corregir algún tipo de mal posición.
- Ocultar coloraciones patológicas como el esmalte moteado por una fluorosis o en una tinción por tetraciclinas.
- En procesos destructivos del esmalte, como las erosiones químicas de los vomitadores o de los comedores de limón.
- Corregir, sin ortodoncia, pequeñas mal posiciones dentarias, apiñamientos o rotaciones de los dientes de la zona anterior (incisivos o caninos).
- Ocultar raíces descubiertas.
- Malformaciones dentarias congénitas o adquiridas.
- Crear guías anteriores, ya sea en los incisivos o en los caninos, de esta forma se recupera la pérdida por un desgaste.
Contraindicaciones:
- En caso de hábitos nocivos como la onicofagia, el bruxismo, morder lápices, cortar hilos habitualmente, etc. En estas situaciones, las carillas pueden fracturarse al estar sometidas a un estrés excesivo.
- Cuando el esmalte es escaso, puesto que la adhesión de la carilla será más complicada.